Multirreflexología

Tu cuerpo contiene muchos mapas para descubrir el tesoro de tu salud y bienestar

"La multirreflexología me cambió mi concepto corporal. Se multiplicaban las opciones terapéuticas y solo había que aceptar el juego. Seguir el camino que vincula nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Así de simple, así de creativo y eficaz."

-ANNA ROCA-

Un descubrimiento que me cambió la vida

En 2005, después de casi una década dedicada a la reflexología podal, descubrí la reflexología facial vietnamita —el método Dien Chan— y mi vida dio un giro radical.
Ya había dejado atrás mis 16 años en televisión y estaba entregada al trabajo en camilla. Pero el rostro… el rostro me abrió otra puerta.

Una puerta directa al cuerpo. Al equilibrio. Ya no habían excusas para poder establecer el diálogo entre el cuerpo y el cerebro.

De alumna a formadora internacional

Me formé directamente con el creador del método, el profesor Bùi Quôc Châu, y durante más de una década fui su colaboradora y divulgadora en Europa y América. Trabajamos conjuntamente para acercar a los futuros alumnos occidentales los principios de su método.

Escribimos el libro en castellano de su técnica con el afán de dejar constancia de su obra original. Creamos una escuela internacional, el profesor se desplazaba a España para formarnos y nosotros nos desplazábamos a Vietnam para seguir nuestra formación.

Fueron años de muchas formaciones y encuentros para acercar el método a cientos de terapeutas.

A día de hoy, mi experiencia y mi manera de enseñar siguen vivas, más libres que nunca y organizo de manera puntual formaciones completas.

¿Qué es la reflexología facial vietnamita?

Es una técnica natural que activa la capacidad de autorregulación del cuerpo mediante estímulos en el rostro.
Se basa en el mismo principio que las otras reflexologías como la podal, palmar o auricular.
El rostro contiene zonas reflejas de todos nuestros órganos y estructuras. Al estimularlas, iniciamos un diálogo con nuestro cerebro para que se ponga a trabajar y regular nuestra salud y bienestar.
¡3 décadas como reflexóloga y me sigo fascinando de comprobar cómo funciona nuestro cuerpo!

¿Qué puedes esperar?

  • Más vitalidad y mejor descanso.

  • Alivio de tensiones musculares y articulares

  • Apoyo en procesos digestivos, hormonales o circulatorios

  • Regulación emocional suave y profunda

  • Mayor presencia, foco y claridad mental


Todo esto sin agujas ni el consumo de productos. Para mejorar los resultados, utilizamos herramientas diseñadas especialmente para el rostro. La aplicación de cosméticos de primera calidad potenciarán los resultados deseados.

¿Cómo trabajo yo?

Cada sesión es única.
Observo tu rostro, escucho tu cuerpo y diseño un protocolo personalizado según lo que necesites.
Uso herramientas como rodillos, cepillos, detectores, ventosas y mis manos… A veces el cuerpo me lleva al rostro y a veces el rostro me lleva a trabajar desde el cuerpo. Mis años de experiencia me permiten acompañarte desde la calma y el respeto por tu ritmo.
Abordar nuestras emociones es algo que va incluido en nuestra sesión. Las emociones se guardan en ciertos órganos y al trabajar las zonas reflejas ayudamos a armonizar nuestro cuerpo emocional.
Después de cada sesión, recibirás pautas para realizar en auto-masaje en tus zonas reflejas para mejorar y profundizar los resultados.

¿Y si eres terapeuta o profesional del bienestar?

Doy formaciones presenciales de 16 horas por nivel, Las bases del método están estructuradas en 3 niveles progresivos. Y una vez se ha integrado y practicado, se puede optar a la propuesta de Master.
También ofrezco formación continuada online con sesiones mensuales de preguntas y práctica viva.
Muchos de quienes hoy brillan como facialistas o terapeutas emocionales en las redes, tuve el privilegio de tenerlos como alumnos.

Historias reales de transformación

Tanto nuestro rostro como nuestro cuerpo son un libro abierto que nos hablan y nos cuentan todo. Solo necesitan ser escuchados